Más de la mitad de las personas diagnosticadas con TDAH también son diagnosticadas con una segunda condición, como una discapacidad de aprendizaje, depresión, trastorno negativista desafiante o ansiedad.
Healthline reports sugiere que 50% de los adultos y hasta 30% de los niños con TDAH también tienen un trastorno de ansiedad.
Si tiene TDAH y ansiedad, puede ser difícil saber dónde termina uno y dónde comienza el otro, ya que a menudo los síntomas se superponen. Tanto el TDAH como la ansiedad pueden causarle dificultad para prestar atención, incapacidad para relajarse, mala gestión del tiempo y deterioro de la memoria.
Puede ser difícil manejar ambas condiciones cuando los síntomas de una agravan los síntomas de la otra.
Entonces, ¿cuál es la diferencia entre el TDAH y la ansiedad? Son bastante diferentes. Si tiene ansiedad, tendrá dificultades para prestar atención y concentrarse en la tarea en cuestión porque su mente está ocupada con pensamientos ansiosos o preocupantes. Si tiene TDAH, su mente puede estar muy quieta y tranquila, sin embargo, se distrae con mucha facilidad.
Los síntomas del TDAH, como la falta de atención, la imposibilidad de completar las tareas o la función ejecutiva deficiente, pueden causar ansiedad en su hijo. Puede ocurrir con frecuencia, o solo durante momentos más específicos, como la realización de exámenes o la tarea.
Dado que tanto el TDAH como la ansiedad pueden tener síntomas que se superponen, es posible que el aumento de la función ejecutiva y las habilidades cognitivas mejore tanto el TDAH como la ansiedad.
Al aumentar la función ejecutiva, un niño con TDAH puede asistir a las pruebas sin ansiedad. Él o ella puede completar la tarea y no estar ansioso por terminar de manera oportuna.
Al aumentar la función ejecutiva, un adulto con TDAH puede evitar la postergación, controlar las emociones y alcanzar sus metas.
Play Attention es un programa personalizado que integra la tecnología de la NASA y el entrenamiento de habilidades cognitivas.
Play Attention está diseñado para mejorar las habilidades cognitivas que sientan las bases para una función ejecutiva sólida.